El mercado interno absorbe la mayor oferta que la exportación no logra colocar
Según datos oficiales, en los primeros seis meses del año se produjeron 1,5 millones de toneladas, de las cuales el 76% quedó en el país, ya que las exportaciones cayeron un 19% interanual. Esto se tradujo en un consumo per cápita de 50,2 kilos de carne vacuna, 5,5 kilos más que el año pasado. Además, el consumo de pollo y cerdo también aumentó, llevando la suma de las tres carnes principales a más de 114 kilos por habitante.
Lo más llamativo es que este repunte no se dio gracias a precios bajos. Por el contrario, la carne vacuna subió un 59% interanual, la porcina un 62% y la aviar un 48%, frente a una inflación del 39%. La explicación está en la mejora del poder adquisitivo: los salarios crecieron un 62,5% en el último año, permitiendo a los hogares sostener la compra de proteínas animales.
De cara a los próximos meses, el escenario se mantiene desafiante. Con más de 2 millones de cabezas en feedlots y una oferta creciente de hacienda terminada y en recría, la presión sobre los precios podría aumentar. Al mismo tiempo, la reciente baja de retenciones y un tipo de cambio algo más favorable abren expectativas para el comercio exterior, aunque la incertidumbre electoral suma interrogantes.
Por: Redacción